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miércoles, 16 de diciembre de 2009

ENDORFINAS Y DEPORTE: JODIDO PERO CONTENTO

ENDORFINAS (OPIÁCEOS ENDÓGENOS)

Son el vehículo material del placer, la euforia, la felicidad y el alivio del dolor. Son nuestra morfina interna. Igual que con los opiáceos de abuso, una vez experimentado el placer de la secreción endógena de estas sustancias nos quedamos dependientes de ellas.
Las endorfinas son neurotransmisores que aumentan en los momentos placenteros de nuestra vida - la alegría, la emoción, el placer sexual,...- y disminuyen en los momentos tristes. – Una caída dolorosa, una enfermedad, una discusión de pareja...-

Esta relación de nuestras sensaciones con la bioquímica celular se traduce en la sicología del individuo como:

1.- REFUERZO POSITIVO
Sucesos que provocan un aumento en la secreción endógena de endorfinas voy a repetirlos. (ej. Ir al cine, el acto sexual,...)
2.- REFUERZO NEGATIVO
Sucesos que provoquen una disminución en la secreción endógena de endorfinas voy a evitarlos. (ej. Hablar en público,...)

FISIOLOGÍA DE LAS ENDORFINAS EN EL SISTEMA NERVIOSO

La unidad funcional de nuestro sistema nervioso es la neurona.
Las neuronas están comunicadas entre sí por unas substancias llamadas neurotransmisores que se liberan en las sinapsis interneuronales.
Los principales neurotransmisores son: la adrenalina, la noradrenalina, la acetilcolina, la dopamina, las encefalinas, las endorfinas y otros.

Funciones de las endorfinas:
Aumentan o disminuyen la capacidad de comunicación de las neuronas entre sí.
Son el eslabón más importante de la conexión entre nuestra mente y nuestro cuerpo.

Actuación de las endorfinas:
Ante una acontecimiento o suceso cotidiano, nuestra mente inteligente, el cerebro, lo procesa y lo clasifica aumentando la liberación endorfínica o disminuyéndola.
El procesamiento cerebral en términos bioquímicos supone un aumento de la liberación de endorfinas para los sucesos agradables y una disminución para los sucesos desagradables.
Ante un suceso agradable, las endorfinas liberadas nos van a proporcionar una sensación de bienestar que provocará un deseo irrefutable de repetir el suceso agradable. En términos psicológicos, esta conducta, que seguramente se sustenta en un fundamento físico y orgánico como son los neurotransmisores endorfinas, se conoce como refuerzo positivo de un suceso agradable.
Ante un suceso desagradable, la escasez de endorfinas liberadas nos van a llevar a una situación de tristeza que provocará evitar la repetición del suceso. En términos psicológicos, esta conducta, se conoce como refuerzo negativo de un suceso desagradable.

Procesamiento de las endorfinas en el cerebro:
En el cerebro distinguimos 3 capas:
1.- El córtex cerebral.
Intelectual. Evolucionada. Es la sede del comportamiento inteligente, del raciocinio.
2.- La capa media, emocional o límbica.
Es la sede de los sentimientos, de las sensaciones de bienestar y malestar. Es una capa muy rica en endorfinas.
3.- La capa profunda.
Instintiva. Controla los mecanismo de supervivencia.
Un suceso agradable produce en la capa límbica una liberación endorfínica que el córtex cerebral procesa y se pregunta si tal suceso puede repetirse.
En este análisis de los actos por parte de la corteza cerebral influyen nuestros valores éticos y morales, por lo que la repetición de un acto agradable será inhibida voluntariamente si no es aceptado socialmente. En cambio, un suceso agradable, socialmente aceptado, sí será repetido pues el córtex lo refuerza positivamente.

SALUD Y ENDORFINAS

El estrés

El estrés como concepto es beneficioso. Provoca una actitud de alerta para mejorar el rendimiento. Es adecuado, alentador, reconfortante, motivador de la vida. Es el estrés biológico normal.
El estrés despierta en el organismo una respuesta activa e hipertónica mediada por el sistema nervioso simpático para conseguir una mejor adaptación al medio donde vive y un mejor rendimiento.
Cuando el organismo es capaz de responder y adaptarse a una situación estresante, a nivel bioquímico se produce un aumento de la liberación de endorfinas que se percibe emocionalmente como una sensación de bienestar. Es el estrés positivo.
Cuando el organismo no es capaz de responder y adaptarse a una situación estresante, a nivel bioquímico se produce una disminución de la liberación de endorfinas que se percibe emocionalmente como una sensación de malestar. Es el estrés negativo o también llamado distrés.

La depresión
En los trastornos depresivos se ha detectado una disminución en la liberación de endorfinas endógenas.
Se ha comprobado que el nivel endorfínico determina nuestro estado de ánimo. Así, durante el embarazo, etapa característicamente feliz para la mujer, se cuantifican niveles altos de endorfinas, mientras que, después del alumbramiento baja la liberación de endorfinas y se desencadena la conocida depresión post-parto.

Los déficits inmunitarios

La infección constituye un factor estresante para el organismo. Provoca, por tanto, una respuesta hiperactiva mediada por neurotransmisores endógenos. Las endorfinas activan la inmunidad celular y humeral del organismo permitiendo una mejor defensa en las enfermedades infecciosas.
Parece que los individuos con amigdalitis de repetición, catarros de vías altas, infecciones respiratorias y otros procesos infecciosos recurrentes liberan una menor cantidad de endorfinas.
También el cáncer, la patología crónica e incurable (ej. la artrosis, la migraña...) o la falta de autoestima y de autoconfianza parecen acompañarse de niveles disminuídos de endorfinas.
Síntomas psicosomáticos como abdominalgias, cefaleas inespecíficas, y enfermedades clínicas como la fibromialgia o el colon irritable, sin una etiología orgánica clara, también expresan niveles bajos de endorfinas.

EJERCICIO FÍSICO Y ENDORFINAS

El ejercicio físico proporciona una subida endorfínica. Todo el mundo ha experimentado alguna vez esa sensación de ir como “flotando”, de ir “colocado” cuando se ha realizado un ejercicio superior a lo normal. El deportista necesita su dosis de endorfinas diaria, está “enganchado”. Si adquirimos el hábito de hacer deporte, el cuerpo nos pedirá hacer deporte. Echaremos en falta el ejercicio físico cuando dejemos de practicarlo.
Por todo ello, por la subida de endorfinas que produce, el deporte es muy aconsejable en todas aquellas enfermedades relacionadas con la “psique" (ej. el distrés, la ansiedad, la depresión, la patología psicosomática...), en la patología orgánica crónica, en el cáncer y para combatir todos los factores de riesgo potencialmente inductores de enfermedad.

Es ahí donde entra la consabida frase "jodido pero contento", estás hecho mierda literalmente, pero con una sensación interna de bienestar inexplicable que hace poner una sonrisa estúpida y que
te resbale el comentario más irónico que tu mujercita es capaz de desarrollar al haber llegado a las tantas y sin avisar tras haber pasado una dura jornada de pedaleo con los amigotes..., con las piernas más duras que el pedernal y sin ganas de ducharte siquiera.

ENDORFINAS Y FELICIDAD

Las endorfinas introducen un nuevo interrogante a nuestra existencia. La felicidad que tanto buscamos, el potencial de felicidad inherente al ser humano, está dentro de nuestro cuerpo a nivel bioquímico. Es lógico que la felicidad está modulada por factores externos, pero, en último término, nuestro procesamiento interno permite superar o no una tragedia o una desgracia personal. El buen humor, los pensamientos positivos, el amor al prójimo, el ejercicio físico, los estímulos sensoriales, una vida diversificada,... aumentan nuestro nivel de endorfinas y nos ayudan a superar nuestras pequeñas decepciones diarias.

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